Paulina Fuentealba
Cuando Paulina llegó de vuelta a vivir a Concepción el año 2007, se encontró con una ciudad brumosa a la que le faltaba color. Para ella era difícil encontrar vestuario y entonces inventó su marca, asociada al concepto de la “la suerte de encontrar algo entre las tiendas de ropa usada y de segunda mano”. Paulina ve las prendas de vestir como representativas de las culturas porque ellas siempre han acompañado el desarrollo de la humanidad y por eso son objeto de su interés. En sus telas y prendas podemos ver el reflejo de todo su cariño por la costura y reconocimiento al patrimonio natural y cultural de Chile.
¿Cuáles son los temas que te gusta incluir en el diseño de tus productos y estampados textiles, en qué te inspiras?
Me inspiran la naturaleza del sur de Chile, tal como la flora nativa y fauna endémica: Frutilla Chilena, Chilco, Araucaria, Piñón, Ranita de Darwin, Pudú y también los paisajes como volcanes y caletas. Por otro lado, me gustan los mapas históricos de Concepción, dibujos antiguos de nuestras costas, campanil universitario de Concepción. Veo esto como una forma de visibilizar nuestro entorno, que rara vez está presente en los estampados provenientes de afuera, que muestran flores, paisajes y otros que no son representativos de nuestra identidad.
¿Qué técnicas y materiales utilizas?
Me apasiona el mundo de los patrones, escalas, cortes de tela, cada uno tiene sus propias técnicas. Actualmente, uso telas de colores básicos como azul, negro, gris, etc., con una composición de mayor porcentaje de fibras de algodón como gabardina y mezclilla y forros también de similar composición. Busco telas durables en buena relación precio/calidad, ya que quiero generar un producto accesible. Entre las técnicas que utilizo están el estampado serigráfico de ilustraciones o “patterns” (patrón textil) sobre tela, y técnicas para colocación de broches y tachas; además, añadiría que son las “prácticas” en los procesos de confección que dan garantía de una terminación durable y reforzada en los puntos críticos de los accesorios de vestir. También reutilizo en los accesorios y en la optimización de las telas, materiales de otras prendas o telas que me regalan personas que ya no las usan.
¿Cuáles son los principales productos que confeccionas con las telas que diseñas y a quiénes van dirigidos?
La Suerte Diseño comenzó con la producción de algunos accesorios impermeables como bananos, bolsos y estuches. Hoy en día tengo múltiples públicos, algunos con perfil de habitante urbano, adultos jóvenes y adultos, mujeres jóvenes y adultas trabajadoras, y otro publico extranjero o que circula desde y hacia afuera visitando familia, por trabajo, o estudios. A ambos les unifica el valor por lo hecho a baja escala, los diseños locales, lo que recuerde Chile, la buena manufactura, lo que a veces se llama “Diseño con Identidad”. Para ellos creo productos utilitarios como los estuches y bananos con los que comenzó La Suerte Diseño y también otros como por ejemplo, bolsas de compra estampadas, individuales de tela y delantales.
¿Qué te motiva a diseñar vestuario para artistas teatrales?
Aprendí vestuario en un curso corto, y luego he realizado sola y en equipo producciones para teatro y vestuario corporativo para distintos fines. Personalmente, me motiva mantener el oficio de la confección a medida, de lo personalizado, y realizarlo además para escenarios y escenografías ya que es otra parte de permanecer sensible a diferentes experiencias de uso de una prenda. La capacidad del vestuario de comunicar, de insertarse en un relato, siempre veo como positivo y enriquecedor contribuir a materializar, hacer visible una obra teatral, que nace desde un guión.
Aparte del diseño, también enseñas y realizas labores de gestión cultural; ¿nos podrías contar un poco sobre estas actividades?
Considero importante aprender e ir transfiriendo a otras personas lo aprendido, la experiencia junto con el intercambio de conocimientos que tienen personas provenientes de distintos contextos aporta mucho al desarrollo personal y a la generación de redes. Por eso, hago hace algunos años ya en programas formativos de la Fundación TPH talleres de diseño de productos, montaje de ferias, ideación de marca, etc… para emprendedores, pequeños productores y comerciantes de distintas localidades de la región. Esto ayuda a que cada uno descubra su propio sello y lo pueda mostrar en su negocio.
Además, organizo la feria FIDAR, un espacio en Concepción que lleva 16 versiones y donde junto a una colega y socia, convocamos a marcas y productores penquistas y del Sur de Chile para un evento cultural y de comercialización del diseño. Contaba con 40 a 50 marcas, y un programa de música, danza, pasarela en vivo. Lo realizábamos en la Biblioteca Municipal de Concepción y ahora luego de la pandemia lo estamos actualizando a una pequeña versión presencial.